


Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor. San Lucas.
Y así, siguiendo los pasos de María, algunos padres y madres presentaron sus hijos al Señor portando en sus manos candelas encendidas con mucho cuidado para no apagar la luz. Todos recordamos el Bautismo y la Luz de la Fe que ese día se enciende.










