El Cardenal de Santiago de Compostela, D Fernando Quiroga Palacios, ordena el Decreto de Creación de la Parroquia de S José en el mes de enero de 1954. Posteriormente nombra párroco a D José Lamas Pallas que comienza por buscar un local como Templo Provisional. El 1 de noviembre de ese año y gracias a la Madre Josefa de las Hermanitas de los ancianos desamparados, se inaugura la vida parroquial a las 11h. y 30m. con una Eucaristía en la Capilla del antiguo asilo situado en la calle de Adelaida Muro.
La población aproximada era de mil quinientos vecinos. Al principio sobraban bancos los domingos en la Capilla pero poco a poco se fueron llenando y fue necesario que las hermanas cedieran las tribunas laterales.
La catequesis parroquial empezó con unos pocos niños y niñas que se hicieron amigos del párroco cuando jugaban enfrente de las Hermanitas.
Pasado un tiempo y como la Capilla se quedaba pequeña, se alquilaron dos bajos, uno en la calle Arenal y otro en Las Lagoas y se constituyó una comisión parroquial con el fin de buscar unos terrenos donde se levantaría la Iglesia.
Los terrenos más adecuados resultan los demarcados por las calles Hércules-Forcarey y Villa de Sada-Gerión, y cuando la parroquia se entera de que ya se han adquirido, se acuerda bendecirlos y celebrar una gran fiesta, y los vecinos de Las Lagoas hacen entrega de la imagen de San José.
Se construyó un bajo de 400 m², un salón de actos de 200 m², dos amplias salas para reuniones de grupos, despachos del párroco, coadjutor y Administrador, los servicios higiénicos y las necesarias instalaciones de Cáritas. El bajo del edificio se reservó para templo, y tenía 400 m² de superficie y seis de alto. Encima del altar había un amplio lucernario realizado en la azotea del edificio, haciendo que el presbiterio resaltara sobre todas las demás partes del templo.
SEGUNDA ETAPA FORCAREY, desde el 7 de octubre de 1956 al 19 de marzo de 1968
El 7 de octubre de 1956 se inauguran las instalaciones parroquiales en la calle Forcarey. Son invitados el Sr. Cardenal, D. Baltasar Pardal, todos los párrocos de La Coruña, los padres salesianos, el Alcalde Sr. Molina, el ingeniero y el arquitecto municipales y toda la Comunidad de las Hermanitas de Los Ancianos Desamparados. Al ser ese día festivo en La Coruña (Festividad de la Virgen del Rosario), la participación de los feligreses fue extraordinaria, estando presente en el templo y en las “leiras” contiguas unas 3.000 personas.
La etapa del 56 al 68 fue un tiempo excepcional en la vida de la Parroquia, con una nueva y progresista organización parroquial; y el número y calidad de los líderes seglares, hombres y mujeres, fue extraordinario.
ORGANIZACIÓN PASTORAL
La Pastoral Parroquial estaba estructurada en conformidad con el modelo evangelizador de D. Tomás Malagón, según el cual la Parroquia Evangelizadora era la Comunidad de Grupos Apostólicos. Estos Grupos estaban formados no por más de doce personas ni menos de tres. Su vida apostólica se apoyaba en esta trilogía: Ver (la situación eclesial en nuestro territorio), Juzgar (con el Evangelio en la mano examinar si esto estaba en conformidad con el Plan de Dios), y Actuar (ejecutar colectivamente lo que en las reuniones, después de la necesaria oración, se acordara realizar como necesario).
Principales Grupos Apostólicos
- El Consejo Parroquial: el Párroco, el Presidente, el Secretario, los cuatro presidentes de las distintas ramas de acción Católica, el responsable de cada Grupo Apostólico.
- Operación Timbre: visitaban toda la parroquia, para hacer el padrón parroquial, y conocer los principales problemas de cada familia.
- Grupo especial de Liturgia: su misión principal era doblar las Misas Dominicales, algunas partes de Bautismos y Matrimonios. Hacían moniciones en todas las celebraciones, preparaban y participaban activamente en las principales celebraciones, y organizaban y preparaban el Funeral Parroquial.
- Formación Cristiana: reuniones semanales de Biblia y Teología, conferencias, cursillos, preparación de Catequistas, Semanas Impacto, Ejercitaciones por Un Mundo Mejor, Cursillos de Cristiandad, etc.
- Deportes y Juegos del Salón: Tenían dos equipos de fútbol federados, dos de tenis de mesa y muchas más actividades.
- Enfermos e Inválidos: los visitaban, y si no tenían quien les ayudara en la limpieza, comida y recados, las visitadoras les prestaban esos servicios. Dentro de este Grupo estaba el Subgrupo de Jóvenes, que hicieron una labor singular y excepcional en aquella época con los jóvenes inválidos y enfermos (en esos años la tuberculosis se cebaba en la juventud).
- El Catecismo: era la principal Fuerza Apostólica de la Parroquia, ya que los niños atrajeron a sus padres y amigos, y la asistencia normal en el catecismo era de más de seiscientos niños y cien catequistas.
- El Grupo de Comunión Solemne: este Grupo Cate-quético nació en San José, importado de Francia. Fue aceptado por padres y adolescentes con gran interés.
- Actividades Culturales: conferencias sobre diversos temas de actualidad, teatro y rondalla, cine y más tarde TV, y excursiones a distintas capitales españolas y extranjeras.
- Escuelas Parroquiales de San José: en Alcalde Abella, 1 bajo (local de Caixa Galicia, que también subvencionó las Escuelas, hasta que entregó su dirección y financiación a la Parroquia, y que ésta, a su vez, se las encomendó a OSCUS). Hicieron una labor extraordinaria en la formación profesional, cultural y cristiana en este barrio. Impartían enseñanzas de: Corte y Confección, Graduado Escolar, Cálculo y Contabilidad, Mecanografía, Auxiliar de Clínica y Peluquería.
EL NUEVO TEMPLO
Como el local resulta insuficiente y su ampliación no es posible por falta de dinero, se inicia la búsqueda de los nuevos terrenos. Estaba en venta La Cantera de Monte Alto, y después de arduas gestiones por parte del párroco, se consigue la recalificación que permitirá construir el nuevo templo.
Así pues, entre mayo de 1963 y marzo de 1964 se venden los solares de Forcarey, Villa de Sada y Gerión, y se compran entre el 22 de marzo de 1963 y el 17 de enero todos los solares que ocupará el nuevo templo parroquial.
La preparación del solar, debido a sus características, supuso muchísimo trabajo y coste, y la explanada resultante, de 7000 m², cambió realmente la fisionomía de la zona. El proyecto lo realizó el arquitecto D. Jacobo Losada Trulock (el mismo que construyó el templo de Santo Tomás), y contribuyó al perfeccionamiento del mismo con reformas profundas el ingeniero D. Ángel Monte Oliva. Las obras de construcción del Templo empezaron a primeros de marzo de 1966 y terminaron el 19 de marzo de 1968.
Historia de la Mesa-Altar: La piedra procede de una cantera situada en el monte Oural de Lugo, y tiene tres metros de largo, un metro con doce centímetros de ancho y doce centímetros de espesor. Reposa sobre una roca grande, recubierta de cemento, y «natural» del mismo lugar donde se encuentra en la actualidad, y el mismo día de la inauguración, el párroco D. José Lamas escribiría lo siguiente:
«Para nosotros la misión de una parroquia es orientar todos los aspectos de la vida humana en su territorio hacia Dios, fin último de la Historia. Para comprender lo que acabo de afirmar, creo que la misma estructura de nuestro templo nos puede ayudar: se trata de un monumento enraizado en la roca de Monte Alto, que se va estilizando más y más a medida que gana altura, para terminar en la flecha de la Cruz, que parece dispararse hacia el Cielo indicándonos el camino a seguir como Meta Final de nuestra pequeña historia, y de la gran historia de la Humanidad»
TERCERA ETAPA VIGÍA, desde el 19 de marzo de 1968 a nuestros días
Inauguración del nuevo y grandioso Templo de San José
En este Templo hay que tener en cuenta los siguientes simbolismos, que intencionadamente se buscaron:
–La Santísima Trinidad, representada en la Planta Triangular.
–La Tienda de Campaña, aparece en la forma inclinada de la fachada y la cubierta del Presbiterio.
–La Nave de La Iglesia, simbolizada en la cubierta del Templo semejante a la quilla de un barco invertida.
Recepción oficial del Sr. Cardenal
A la entrada del atrio esperaban al Sr. Cardenal, el Párroco, los Presidentes de las cuatro ramas de Acción Católica, varios jóvenes portando palmas y los hombres portadores del palio. Los militantes seglares, bajo la dirección de D. Domingo Vila Iglesias, se encargaron de toda la organización, del orden y de la ejecución de todas las ceremonias rituales no exclusivamente reservadas a clérigos.
En aquellos tiempos la Parroquia de San José aparecía como realmente era: Una comunidad fraternal de Seglares comprometidos y de Sacerdotes, cada uno con su misión específica. Tanto el magnífico palio, como los ornamentos sagrados y todos los utensilios del culto, eran de las Hermanitas; y las palmas las consiguieron con gran esfuerzo y sacrificio los jóvenes en distintos pazos de los alrededores de La Coruña.
Se calcula que estuvieron presentes en estos actos más de 4.000 personas, y al ser ésta la capacidad máxima del templo y estar éste plenamente lleno, mucha gente siguió desde el atrio las ceremonias litúrgicas.
Ritual de la Bendición del Templo
El Prelado se reviste a la puerta del Templo con alba y capa pluvial, los sacerdotes con alba y estola. Acto seguido el seglar D. Rafael Couceiro, hace una monición explicativa de la ceremonia de bendición. El Arzobispo reza una oración y se inicia una procesión en torno al Templo con cantos y rociando con agua bendita las paredes del Templo, y lo mismo se repite en su interior.
Bajo el nombre de altar fijo se entiende: la mesa superior juntamente con la base, consagrada con ella como si fuera una cosa. Este era un rito bastante largo. Se comenzó con la imprescindible explicación del rito por el Sr. Couceiro; se rezan varias oraciones que cada fiel tiene en el folleto que ha recibido a la entrada del Templo para seguir «atenta, devota y activamente» la celebración de la Sagrada Liturgia.
Después de las oraciones el celebrante principal consagra ungiendo la Mesa-Altar con el Santo Crima. El sepulcro se hizo en la piedra en la que se apoya La Mesa, y en él se depositaron las cenizas de los santos mártires Nectario y Victoria.
Homilía del Sr. Cardenal
Antes de iniciar la Homilía, el Sr. Cardenal quiso que se leyera la carta que dirigía a todos los feligreses de San José con motivo de la inauguración de su Templo Parroquial. Sobre este texto y los Bíblicos, propios de la Misa de San José, hizo una Homilía, considerada por los entendidos, como modelo de exposición de la Doctrina Social de la Iglesia.
LA CARTA
El Cardenal Arzobispo de Santiago de Compostela felicita y bendice al clero y fieles de la Parroquia de San José de La Coruña, con motivo de la inauguración del nuevo y magnífico templo parroquial, que viene a colmar sus ansias acertadamente estimuladas por el inteligente celo del Rvd. Sr. Cura Párroco D. José Lamas Pallas, que puso en esta obra su entusiasmo ejemplar, bendecido por Dios de manera clarísima.
Los templos cristianos son Casa de Dios y por serlo son al mismo tiempo el hogar de todos los feligreses hijos del mismo Padre celestial. Al rodear el altar, la comunidad cristiana, la familia de Dios, se une a Él para rendirle el tributo de su adoración y se une a los demás hombres con los que se siente fraternalmente vinculado. Nuestro auténtico amor a Dios incluye esencialmente el amor al prójimo. Amor sincero, de obras y sacrificado. El Altísimo no acepta los actos de homenaje de aquellos que se despreocupan de sus hermanos los demás hombres.
Que en la parroquia de San José todos vivan el espíritu de esta hermosa verdad.
Marzo de 1968
Fernando Cardenal Arzobispo
Iluminación del Templo y velada Artística en el Salón Parroquial
Al terminar el acto litúrgico se encendieron los focos que iluminaban espléndidamente toda la fachada y el interior del templo. Era una Epifanía del Templo maravillosa, ya que daba la impresión de «algo celestial».
El Ayuntamiento pagó a Fenosa todos los gastos de la instalación e iluminación exterior del Templo y el consumo de energía, durante una semana. Mandó a la Policía Municipal para dirigir el tráfico y mantener el orden, y varios miembros de la corporación estuvieron presentes en el acto religioso.
A las 21 horas iniciaron los jóvenes una extraordinaria velada artística, en la que estuvo presente el Sr. Cardenal, que disfrutó y aplaudió mucho.
Nuevas Actividades Pastorales iniciadas desde nuestra instalación en el actual Complejo Parroquial.
Escuela de Catequistas, familia cristiana, los catecumenales, semanas bíblicas, ejercitaciones «Para Vivir el Concilio», intentos de bodas y funerales colectivos, visitadores familiares por calles, equipos de matrimonios y renovación litúrgica de la Semana Santa y Novena de San José.
- Escuela de Catequistas: tenía anualmente más de veinte alumnos, que recibían formación teológica, catequética y de psicología infantil. También realizaban actividades muy importantes para la Comunidad Parroquial como suplir las ausencias de catequistas, hacer los recados a personas ancianas o enfermas, o llevar la revista La Familia Cristiana a las Casas.
- Semana de la Biblia: ha habido varias, dirigidas por profesores de La Casa de la Biblia. Hicieron una gran labor sobre todo entre los catequistas y militantes de Acción Cristiana.
- Los equipos catecumenales de Kiko Argüello: a pesar de que un importante grupo participó en un curso, no tuvieron continuidad.
- La Familia cristiana: este grupo nació con mucha ilusión. Difundía en los hogares la revista La Familia Cristiana. Trabajó denodadamente para conseguir bodas y funerales colectivos, equipos matrimoniales, etc…Incluso ofrecían los salones parroquiales a las familias «humildes» para festejar bodas y bautismos. Tuvo poco éxito este grupo a pesar de sus desinteresados esfuerzos.
Comienza inesperadamente el declive de nuestro siglo de oro parroquial
Posibles causas:
1ª.-Cambio de dirección en Las Escuelas de San José
2ª.-El Equipo sacerdotal pierde la Unidad Pastoral
3ª.-El Salón Parroquial quedó sin controladores
4ª.-El aumento del nivel de vida
5ª.-El Concilio al principio creó un desorden general
6ª.-Pérdida de fuerza del Catecismo, que era la fuerza apostólica principal de la Parroquia
7ª.-Pérdida de formación teológica, bíblica y humanista
8ª.-Repercusión en la vida comunitaria de San José del cambio de régimen
La reactivación de la vida parroquial
El primero de noviembre de 1980 se celebra el veinticinco aniversario de la puesta en marcha de la Parroquia, y esto resulta ser un potente revulsivo. Se celebra una comida de confraternidad en la Hípica a la que acuden más de cien personas, y al encontrarse de nuevo antiguos compañeros en la vida parroquial, surge un compromiso a revitalizar aquel espíritu y entusiasmo y acuerdan tener una reunión para estudiar los problemas de la Parroquia.
Así pues, se convoca una asamblea de todos los militantes de los distintos movimientos parroquiales, y al percatarse de que se estaba perdiendo fuerza, se inscribieron muchos como miembros de Cáritas, y otros hicieron equipos de visitadores por calles para conocer los principales problemas: de pobreza, enfermedad, vida religiosa, padrón parroquial, etc…
También recordaron que el catecismo no era el que ellos habían conocido y acordaron volverlo a sus bases teniendo en cuenta los principios de siempre. D. Domingo Vila fue uno de los que más contribuyó a la restauración del catecismo, y además apareció una joven formada desde sus primeros años en el catecismo de San José que resultó ser una líder excepcional, y logró formar un grupo de jóvenes que realizaron una labor catequética y pastoral en general digna de todo elogio.
El coro parroquial
Este grupo del catecismo, dirigido por el coadjutor de la parroquia, D. Eladio Varela Busto, tuvo gran influencia en la reactivación de la vida parroquial, porque con sus cantos, moniciones y ensayos consiguieron que la Misa del Catecismo tuviera profundas implicaciones evangelizadoras en los fieles. Pues, además de los niños, participaban en esa celebración muchos feligreses, atraídos por la formación que se impartía y por las alegres e instructivas canciones.
Un excelente refuerzo del equipo sacerdotal
Debido a que tanto D. Eladio como el párroco tenían otros ministerios extra-parroquiales, importantes actividades pastorales (confesionario, enfermos, oficinas, etc.) no estaban debidamente atendidas. El Prelado a petición del párroco nombró a D. Juan Ramón Babío Vila como coadjutor. Gracias a su excelente labor pastoral se superaron esas dificultades ampliamente, logrando de nuevo el pleno rendimiento de la actividad pastoral.
Club de vida ascendente
Un grupo importante de jubilados, principalmente jubiladas, constituyen legalmente el Club de Jubilados de la Parroquia de San José. Tenían cursos de Catequesis de adultos y dedicaban las tardes a jugar especialmente a las cartas en el Salón Parroquial. Organizaban excursiones subvencionadas por el Estado y el Ayuntamiento. También formaron parejas para visitar a los ancianos enfermos o inválidos, realizando con ello un importante servicio social: charlando, haciéndoles los recados y prestándoles otras ayudas varias. Al crearse el Centro de Jubilados de la Cruz Roja y de la Plaza, que les daban mayores ayudas, fue poco a poco extinguiéndose este Club que la Parroquia.
Un interesante proyecto
Un grupo del Club de Jubilados pensó que podían dedicar tiempo a ejercer alguna actividad a favor de los hermanos necesitados, y acordó en hacer un fichero de personas jubiladas que vivieran solas y de matrimonios enfermos que no dispusiesen de medios para pagar una asistente. El resultado de esta investigación fue realmente alarmante. Por eso se comprometieron, por turnos, a hacer compañía alguna hora a los que vivían solos y a los enfermos e inválidos, y ayudarles en la limpieza de la casa, hacerles los recados y si era necesario prepararles la comida. Al desaparecer, por fallecimiento o traslado a otras parroquias, los principales miembros de este grupo, se acabó la actividad de ese importante servicio de caridad al necesitado.
Resurrección de la Comisión de Economía
Se nombró un equipo encargado de los Asuntos Económicos de la Parroquia, presidido por D. Domingo Vila Iglesias, cuya primera finalidad era conseguir suscripciones para las obras parroquiales.
Nuevo impulso de las Escuelas de San José
La Obra Social en San José, que hasta ahora era administrada por Caixa Galicia, pasa a ser administrada por la Parroquia, y a petición del párroco OSCUS se hace cargo de nuevo de las Escuelas y de la dirección del Catecismo.
A pesar de las dificultades y problemas
Surgidos hacia finales del S.XX, funcionaban bien:
- La Comisión de Asuntos Económicos, que junto a generosas donaciones de feligres, hizo posibles las siguientes mejoras y reparaciones:
Para ir completando poco a poco el proyecto original del complejo parroquial, en 1990 se instaló un falso techo de fibra de vidrio y corcho en la fachada y el interior de todo el techo del templo, para mejorar su acústica. También se han reparado todos los ventanales sustituyendo los cristales por paneles transparentes y acústicos.
También ese mismo año se compraron los cuatro lampadarios actuales. Y para ir urbanizando el entorno del Templo y atender las necesidades deportivas de los niños y jóvenes, se firmó un convenio con el Ayuntamiento por el que la Parroquia cedía más terrenos a favor del Colegio y aparcamiento, a cambio del asfaltado y cierre de la actual Pista Polideportiva, comprometiéndonos a que, mientras no tuviera el Colegio alguna instalación de deportes, la parroquia permitiría, bajo vigilancia de los profesores, el acceso a la Pista en horas lectivas a los alumnos de ese centro escolar.
El día primero de mayo de 1992, el Sr. Arzobispo D. Julián Barrio inauguró el Baptisterio, la nueva Sacristía, el Salón de Servicios Múltiples y otras dependencias costruidas en el ala derecha del Templo, con lo que además de conseguir importantes servicios parroquiales, se completaba el proyecto primitivo del complejo parroquial.
En 1998 un fuerte viento huracanado destrozó los ventanales del Presbiterio y arrancó del tejado inmumerables pizarras. Para reparar los destrozos, se cubrieron todas las ménsulas de los ventanales de los laterales del templo con fibra de vidrio y se sustituyó el cableado del templo estropeado por el agua.
También hay que agradecer al Sr. Alcalde y al difunto concejal Sr. Lareo la urbanización de todo el entorno parroquial.
- Cáritas Parroquial: esta organización benéfico social siempre tuvo gran importancia en esta Parroquia.
- Las Escuelas de San José: que cuidaban a las personas que necesitan completar su formación cultural y técnica.
- El Catecismo: el numeroso grupo de los Catequistas procedía del mismo Catecismo, y eran los dirigentes o miembros de todos los movimientos apostólicos de la parroquia.
Grupo de María Inmaculada
Cuando Santo Tomás y San José eran una sola Parroquia, se formó un grupo Apostólico de jóvenes con la denominación de Grupo de María Inmaculada. Al separarse las parroquias, la mayoría de esos jóvenes pasó a la Parroquia de San José. En ésta continuaron su acción apostólica, pero siempre recordaron su origen y mantuvieron el espíritu de unión fraternal entre ellos. Con frecuencia se reunían por motivos diversos. Pero años después, reforzaron su espíritu de confraternidad y de compromiso apostólico con una reunión anual, presidida por el párroco de San José, en la que revivían el espíritu de su grupo: la escucha de la Palabra de Dios en la Acción de Gracias, Ágape Fraternal y Diversión Reconfortante. Este acto de confraternidad cristiana de tantas familias, se realizaba todos los años el día ocho de diciembre en Pastoriza, Festividad de La Inmaculada Concepción de María.
D. Baltasar Pardal
D. Baltasar personalmente y a través de sus hijas siempre ayudó y colaboró con esta parroquia, y a la Grande Obra de Atocha el Barrio de Monte Alto debe considerarla como la base de toda su promoción: cultural, social y religiosa. Principalmente las Parroquias de Santo Tomás y San José tienen con ella una deuda impagable de gratitud.
Labor social de la Parroquia
En San José se luchó por: la promoción escolar infantil con las Escuelas de San José, subvencionadas por Caixa Galicia, la formación cultural y técnica de la mujer con el Instituto Social de la Mujer también financiado por Caixa Galicia, la actualización Profesional Obrera (en sus locales hubo varios cursos). La consecución de trabajo, dentro de sus posibilidades, para los feligreses, la urbanización del barrio, la alimentación de muchas personas verdaderamente necesitadas, la asistencia médica y farmacéutica a los que carecían de la Seguridad Social (que en los primeros tiempos eran muchos), por la atención a la vida deportiva y lugares de reunión y esparcimiento (los únicos campos de deportes del barrio hasta hace poco pertenecían a la Parroquia y el único centro de reunión y esparcimientos eran los salones parroquiales).
BODAS DE ORO DE LA PARROQUIA Y DE SU PÁRROCO
En 2004 se cumplieron cincuenta años de la creación de la Parroquia de San José, habiendo sido su primer y único párroco D. José Lamas Pallas.
Con este motivo, un grupo de feligreses y ex feligreses decidieron homenajear a D. José, y el 19 de Junio de 2004, en un ambiente de cariño y recuerdo, tuvo lugar una Eucaristía de Acción de Gracias presidida por el Arzobispo de Santiago Monseñor Julián Barrio, y en la que participaron sacerdotes de toda la ciudad. Tras la Eucaristía, más de doscientos asistentes se trasladaron al Sporting Club Casino, donde tuvo lugar una cena.

Descubrimiento de la placa dedicada a D. José
(Continuará)
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