Comienza la Cuaresma
La Cuaresma es el camino hacia la Pascua. Desde que Abrahán salió de su tierra hacia la tierra prometida, atravesando desiertos y oasis, la vida humana está marcada por la llamada de Dios hacia una meta y por un camino, con dificultades y alicientes, que nos conducen a ella. La Cuaresma es un modo de vivir la vida como peregrinos hacia la tierra prometida. No es un lamento sordo, ni una penitencia vacía. Es un mirarnos a nosotros mismos en nuestra oscuridad, caminando hacia la luz del Señor que se aproxima. La Cuaresma nos abre un camino para acercarnos y prepararnos para la Pascua del Señor.
Queremos comenzar la Cuaresma preparándonos para recibir el “paso” que cada día el Señor da hacia nosotros. Cada día es Cuaresma, si salgo de mi vacío buscando al Señor. Cada día es Pascua si presiento, en cada instante y en cada latido, la presencia del Señor.
Miércoles de Ceniza y Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
Miércoles de Ceniza
El miércoles, día 1 de marzo, comenzaremos la celebración de la Cuaresma con la imposición de la ceniza. En la eucaristía de las 19h. recibiremos en nuestras frentes esta señal de penitencia y conversión. Hagamos todo lo posible para participar vivamente, a ser posible toda la familia, en este acontecimiento salvador.
Via Crucis
Todos los viernes de Cuaresma, a las 18:30h., nos reuniremos en el templo parroquial para vivir este ejercicio piadoso. La familia franciscana ha sido responsable históricamente de que esta devoción haya llegado a calar en el pueblo cristiano. La práctica del Via Crucis es un momento de meditación y contemplación de los misterios de nuestra redención.
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