Un grupo numeroso de personas han colaborado en la preparación y celebración litúrgica de estos días de Semana Santa. Desinteresada y generosamente, sin ruido, siempre puntuales y dispuestas, con todo a punto. Unas en tareas más visibles y otras detrás del telón. Desde aquí, hoy y siempre, muchas gracias de parte de toda la comunidad parroquial. Gracias en primer lugar a Dios porque ellas son un regalo suyo para la parroquia y gracias en segundo lugar a ellas por decirle a Dios que “sí” en su llamada aponer a disposición de la comunidad sus dones personales y materiales.
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