Después de la procesión de entrada para la celebración de la eucaristía y a continuación de besar el altar, el sacerdote se dirige a la sede que es el asiento reservado al que preside la Misa.

         La sede es signo de Cristo Rey, Cabeza, Pastor y Maestro. Desde ella enseña con palabras verdaderas a su Iglesia, haciéndose visible a través del sacerdote.

La sede del obispo se llama » cátedra»,  de ahí viene que se llame » catedral»  a  la iglesia donde se encuentra la cátedra desde la que preside el obispo.»