Dios, Padre nuestro.

Nos lo repiten todos los días,

lo escuchamos sin que nada se estremezca

en nuestro adentro.

Alguien viene,

 rompiendo la noche,

ahuyentando el vacío.

Dios, Padre nuestro,

haz que reconozcamos a tu Hijo,

que viene a calentar nuestros corazones,

a avivar nuestra esperanza,

a salvarnos.