
En la Eucaristía de este domingo, niñas y niños de la catequesis depositaron a los pies de la Virgen una ofrenda de flores que acompañaron orando:
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes.
Ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes.
Y ya que me proteges tanto, como verdadera Madre,
haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
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