Arzobispo de Saigón (Vietnam), pasó 13 años en la cárcel, nueve aislado. Su oración:
Jesús: ayer tarde, la Asunción de María, fui arrestado. Llevado durante toda la noche de Saigón hasta Nhatrang, a 450 Kilómetros, entre dos policías, he iniciado mi vida de prisionero.
¡Hay tantos sentimientos confusos en mi cabeza: tristeza, miedo, tensión… y el corazón desgarrado por haber sido alejado de mi pueblo! Humillado, recuerdo la Escritura: “Contado entre los malhechores”.
He atravesado en coche mis tres diócesis con profundo amor a mis fieles. Ninguno sabe que su pastor está pasando la primera etapa de su viacrucis.
Pero en este mar de extrema amargura, me siento más libre que nunca: no tengo nada, ni un céntimo, excepto mi rosario y la compañía de Jesús y María.
De camino a la cautividad he orado:” Tú eres mi Dios y mi todo”.
Debe estar conectado para enviar un comentario.