Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor (Lc 2, 22).

Comenzamos esta fiesta en la capilla con la bendición de las candelas. A continuación en procesión, nos trasladamos al templo parroquial. Y en él tuvimos la celebración de la eucaristía.


En un momento de la celebración un grupo de padres y madres presentaron sus hijos al Señor representando a todos los padres y madres de nuestra parroquia.
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