Como el centinela espera la aurora,
como el invierno espera la primavera,
nosotros te esperamos, Señor.
En nuestro corazón
hay un secreto anhelo,
que nadie puede colmar.
¿ No eres Tú el Esperado,
el que trae palabras nuevas,
que sólo Dios conoce?
Te esperamos, Señor.
Nos falta algo,
cuando nos faltas Tú.
Nos falta todo,
cuando sólo estamos nosotros.
Te estamos esperando, Señor.
Debe estar conectado para enviar un comentario.