
Cuando Dios creó el mundo, no conseguía mantenerlo en pie: siempre se caía.
Entonces creó el perdón y el mundo quedó en pie.
El perdón es la más bella variante del amor. Por él se rige el mundo. Una cosa es cierta: la tierra se lavaría la cara si todos los hombres y mujeres se levantaran por la mañana con una amnistía completa en el corazón
Debe estar conectado para enviar un comentario.