El tiempo fuerte Cuaresma-Pascua es una llamada a que todos entremos con decisión en la dinámica propia de la Pascua: el paso a la Nueva Vida.
La Cuaresma no es fin en sí misma, sino que culmina y se perfecciona en la Pascua. El proceso pascual decisivo para cada uno de nosotros se realiza en tres tiempos: morir al pecado y mundo, celebrar con Cristo el nacimiento a la nueva vida, y vivir con nueva energía y entusiasmo: como niños recién nacidos.
La Cuaresma es un tiempo de conversión, de cambio de mentalidad, de preparación a la Pascua. Convertirse es dejarse mirar y salvar por Cristo. La Iglesia nos invita para ello al ayuno, la oración y la limosna.
El miércoles de ceniza, día 17 de febrero, comienza el tiempo cuaresmal. La celebración de la eucaristía será a la 19:00h.
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