Todos los niños y niñas que tengan 6 años, o estén próximos a cumplirlos, pueden asistir a la catequesis parroquial. Para ello, deben sus padres comunicarlo en la parroquia durante este mes de septiembre. Los padres, que dan la vida a los hijos, deben engendrarles también a la vida de la fe. Al pedir el bautismo para los hijos se comprometen a educarlos cristianamente a través del ejemplo de vida y de la palabra. La familia es como un catecismo abierto donde los hijos aprenden su primera lección de religión. El niño, que recibe la fe de sus padres, ha de ser llevado por la mano de ellos a la catequesis y a la celebración de los sacramentos.
Pero no sólo los padres. Toda la comunidad cristiana ha de sentirse responsable de la iniciación cristiana de las nuevas generaciones. Todos los cristianos hemos de sentirnos implicados y colaborar en el proceso de hacer crecer y madurar la fe de los más jóvenes. La Iglesia utiliza, como medio principal, la catequesis parroquial. En ella, mediante la ayuda de los catequistas, los niños y jóvenes van descubriendo el mensaje cristiano y aprendiendo a vivir como discípulos de Jesús.
Debe estar conectado para enviar un comentario.