
Vimos que al comenzar la Misa y al proclamar el evangelio se hace la señal de la cruz. También el signo de la cruz forma parte del momento de la consagración. El sacerdote lo hace después de invocar al Espíritu Santo y antes de pronunciar las palabras de Jesús.
Al final de la Misa, el sacerdote da la bendición de Dios haciendo el signo de la cruz. En esta bendición Dios nos da su fuerza para ser capaces de llevar su bendición, su paz y su mensaje a los demás al salir de la Iglesia.
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