3. Las manos unidas: palma contra palma o bien las dedos entrelazados. Es la actitud del recogimiento, de la meditación, de la paz. Un gesto que indica concentración, interiorización.

4. Manos que ofrecen: las manos del sacerdote se elevan con la patena y el cáliz en tres ocasiones en la celebración de la Eucaristía:
a) En el ofertorio: es un gesto de presentación del pan y del vino.
b) En la consagración: es un gesto de mostración: para que la asamblea vea y contemple el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
c) Al final de la Plegaria Eucarística: es un gesto de elevación: el sacerdote eleva el Cuerpo y la Sangre de Cristo ( esta vez los dos juntos, uno en cada mano) hacia Dios, a quien dirige “todo honor y toda gloria”.

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